Está pasando un ángel, Audrey...
Esa mirada que se te adentra, esa delgadez extrema
tu desvalimiento me subleva
¿quién te llevó a esta condición?
¿quién no te valoró como debiera?
¿por qué te viste tirada en la carretera como un trasto viejo?
¿por qué tu entrada en perrera? y tú ...
Mirada perdida en la lejanía, de unos ojos ausentes que
reclaman a gritos que alguien repare en ellos,
reclama que le devuelvan la vida,
que le devuelvan la seguridad, el saberse protegida
tu columna que pincha de tanta hambre que pasó tu cuerpo,
tu boca vacía de dientes no te permitía buscarte alimento
tus ojos, tan a menudo, cansados
y tu cuerpo que lucha por mantenerse de pie,
cada paso que das es una lucha de tu cuerpo tembloroso
¿quién fue el cobarde? ¿quién eludió su responsabilidad de cuidarte y protegerte?
El cansancio extremo, el cansancio de muchos días,
el cansancio quizá de tu vida entera
hace mella en tu cuerpo
A veces, mientras comes ese cansancio te ocupa toda
y te tumbas sin terminar tu plato no porque ya no tengas hambre
si no porque no te sostienes...
Asimismo ocurre cuando andas... te detienes sin más
o cuando, en ocasiones, te atreves a jugar con los otros,
de repente te paras y, poco a poco, pidiendo permiso a cada pata,
te tumbas allá dónde te coja el momento.
En esta casa, apostamos por la vida,
y vamos a luchar porque se aposente cada día con más fuerza en tí
bello ángel...
que ocupe más espacio en tu cuerpo y en tu alma.
Me asusto cuando tu vida lucha por permanecer,
por seguir aquí, y no extinguirse,
mi alma se alegra cuando vuelves a nosotros...y sonríes, ángel...
.... por Lis Alma

0 comentarios