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Desahogos

Ladran, luego cabalgamos... que NO dijo Don Quijote.

Ladran, luego cabalgamos... que NO dijo Don Quijote.

Aysssssss, esos locos radicales!!!

Todos somos radicales en un punto u otro, sólo hay que esperar a que nos toquen la "fibra".
 
A mi, no me parece especialmente conciliador, llamar radical a alguien, cuando efectivamente y a pesar de su origen (tan bonito), se suele usar esa palabra, rayando el insulto y sin ninguna duda, pone a la persona a la que se llama así, a la defensiva.
 
Y sin embargo, ésa es la palabra que se repite una y otra vez, sin descanso,cada vez que alguien (que por lo general, suele ocupar todo su tiempo, en tratar de salvar animales de una muerte segura), admite abiertamente que está  en contra del negocio de la compra-venta de animales.
 
Si estuviéramos hablando de la cría-compra-venta de niños para ser utilizados de nuevo en la cría y venta (niños bien cuidados y alimentados, a los que no les faltaría de nada), la mayoría de nosotros no tendría ningún problema en ser radical y gritaríamos a una, que con las vidas de nuestros semejantes no se comercia y bla, bla, bla... Buscaríamos claramente otro tipo de soluciones y no pasaríamos por alto, ese tipo de negocio.  De hecho, nos repugnaría y por supuesto, nos repugnarían las personas que se lucrarían con él. Y nuestra forma de pensar, sería digna y no radical.
 
Como son sólo animales, ya "no es lo mismo".
 
Eso se llama especismo. Que es el tipo de discriminación, que nos lleva a los humanos a pensar, que los animales son propiedades (y por tanto, los podemos comprar y vender y usarlos a nuestra absoluta conveniencia), ya que los intereses de un individuo, en este caso, un animal no humano, son menores por el hecho de pertenecer a una especie que no es la nuestra.Y a mi, particularmente, el especismo me parece un tipo de discriminación, tan radical como el racismo, sexismo,etc.
 
El hecho de que ese tipo de discriminación esté absolutamente arraigada en nuestra cultura, no significa que deje de ser discriminación. El hecho de que a la mayoría de personas, esto le parezcan estupideces, no hace que deje de ser discriminación. Y creo que las personas que así lo pensamos, no podemos dejar de decirlo, aunque sea políticamente incorrecto y se nos tache de radicales por ello. Sería más cómodo no hacerlo, pero al igual que se instaló el especismo en nuestras vidas, a fuerza de repetirlo y vivirlo, creo que el cambio sólo puede producirse a fuerza de lo mismo, de repetirlo y vivirlo. El aprendizaje es vivencia y repetición.  El aprendizaje pasa por el pensamiento.Aprender es cambiar. Debemos pensar en un mundo no especista y debemos intentar que más gente lo piense.
 
Se nos pide libertad de expresión, cuando no se nos da. Se nos pide un respeto, que no se nos da. Se nos pide una corrección, que no se nos da. Somos los radicales, los "apestados", a los que se les ha ido el norte, los que están fatal de la olla... Somos esos que vamos a durar "dos días" si siguen por ese camino... Somos los que han de doblegar sus principios, si queremos salvar a los animales...Pero como todo esto se nos dice apelando al "respeto" de otro tipo de ideas (aunque estás sean discriminatorias), también somos nosotros los maleducados, los poco respetuosos con los demás.
 
Y ni siquiera tenemos derecho a decepcionarnos!!!! Nosotros nos lo hemos buscado...Y no podemos enfadarnos, que tenemos que velar por los animales y no dar mala imagen!!! Que para eso nos metimos en esto...para limpiar jaulas, que es lo nuestro!
 
Pretender que las jaulas algún día estén vacías.... es de locos radicales!!!!
Ladran, luego cabalgamos....Y esooooooooo!

Respira...Busca y Respira.

 

Simplemente, respira. Ante tu vida, respira. Ante el acecho, respira.

Ante la ira, respira.

Sabe lo que hace. Es poderosa. Se ha colado durante años, en tu cerebro. Vive de tus procesos ,alimenta tu adrenalina y te dirige hacia el abismo.

Abismo en el que estás deseando caer, necesitas el precipio...para eso es la única solución, la que lo resuelve todo...La que te lleva al uno, al todo, a tí mismo.

Pero puedes elegir. Eso no te lo dijeron. No lo sabian, estaban atrapados por la misma fuerza: la repetición.

Basta una sola célula. Una sóla sinopsis neural y usar el mismo proceso que nos atormenta.Respira y repite.

Puedes no someterte a la dictadura de la ira y concederte, por un segundo, la libertad de respirar. Puedes, pero no debes.

La ira podrá contigo y volverás a ser un esclavo. De tus prejuicios, de tus creencias, de tus valores... No debes salirte de ellos. Ni puedes, ni sobre todo, debes.

Los principios son principios, no son finales. Los valores no son valorables.Los prejuicios ya estaban, antes del juicio.

Pero ahí está el juicio. Ahí hemos llegado. Ni sabemos cómo ni queremos. Quizás nos lo dieron hecho, quizás nos lo construímos. Pero inevibitablemente, se aposentó en nosotros.

Esto es bueno y si no, es malo.Hay que darle un objetivo y el objetivo de todas nuestras células, es sobrevivir y crean clones de sí mismas en nuestro cerebro. Necesitan un juicio. Viven de él.

Pero podemos elegir. Una sóla célula necesitamos, con ganas de trabajar. Una sólo.

Respira y persigue el juicio. Persigue la creencia. Persigue el valor. Les podrás seguir de cerca, nunca los atraparás. Corren más que tú. Se repiten.

Pero sólo hace falta una. Una que identifique el juicio. Sólo una. 

Tras el juicio identificado, no será tan difícil. Sólo hay que encontrar la necesidad.La no satisfacción de ella y será imposible culpar a los demás. Ni siquiera a uno mismo.

Busca... no te gustará lo que encuentres, pero respira. Repite y respira. 

Libremente. Eso no te lo quita nadie.

Instintos primarios

 

No es fácil  no caer en los instintos primarios.

La constante en la vida, es la supervivencia. Por ella, nos revolvemos, contestamos, nos caemos, nos levantamos... y sobre todo, logramos sentirnos vivos.

No nos hace felices. La mayoría de las veces, desgasta una parte de nosotros que ni siquiera sabíamos que existía. Otras, nos induce a un stress constante del que no conseguimos liberarnos. Y en general, nos impulsa hacia delante. Pero no nos hace felices.

Más bien todo lo contrario. Es cada vez que conseguimos sobreponernos a un instinto, cuando creemos ser un poco mejores. Y hoy, simplemente ,no consigo entenderlo.

Colgando los tacones...

Colgando los tacones...

 

Clac, clac, clac....La cintura ondea y la cabeza alta, sin mirar al suelo. Sólo subir y subir. La meta es sin duda el cielo. Y en él, siempre hay algo llamativo. Su infinitud siempre nos da un detalle distinto cada día, cada momento. Puede ser el sol tratando de aplastarnos. Ese mismo sol dando alegría a nuestra piel. O simplemente el estar escondido, esas formas nebulosas, los diferentes tonos grises.

 

Y si él no está, nos queda mirar a la Luna y todo su séquito de estrellas. Esa sensación de pertenecer a algo redondo, en constante movimiento y nosotros con él. El vacío y la compañía. Ser por un momento un todo y sentirse a la vez, casi nada.

 

Difícil competir con todo esto. Difícil bajar la cabeza un momento. Pero paradójicamente, mirar al infinito, no puede ser eterno.

 

En algún momento, la cintura caerá hace un lado más que a otro, un clac será más largo que otro...La cabeza bajará por la inercia e independientemente de que el resto del cuerpo le siga o no, nuestra realidad pasará a ser completamente distinta.

 

Algunos pueden quedar prendados de los mínimos del suelo, si la gravedad tiró muy fuerte de ellos, pero a la mayoría, no nos quedará más que mirar de frente y colgar nuestros tacones.

 

De frente, de frente, de frente...

 

Imprescindible Lexie...

Imprescindible Lexie...

Fue la indecencia, Lexie.

 

Desde que nacemos, en ese mismo instante, empezamos  a olvidar un montón de conceptos. Ni siquiera ya todos nacemos entre dolores. A unos nos protegen desde el instante que empezamos a respirar solos, mientras que otros pasan simplemente a engrosar la lista de los hambrientos, insalubres...simplemente por el hecho de no nacer no en un segundo mundo, sino en un tercero. Y en vuestro caso, en un submundo.

 

Desde ese mismo momento, comenzamos a aprender, que lo bueno o lo malo, tan sólo depende de cómo le afecte a uno personalmente. Las ideas de clase social, raza o especie, pueden ser una excusa, algo a lo que aferrarnos para sentirnos parte de un grupo dentro de nuestro absoluto egocentrismo, pero ya no es más que eso, una mera excusa.

 

 El egoismo es lo que se nos enseña. Es lo que crece dentro, es lo que se alimenta con cada trozo de pan que tomamos, dando por hecho que ha sido horneado exclusivamente nosotros.

 

 Y así, comenzamos a olvidar lo actos dignos y hasta las palabras. Se nos olvida reconocer que todo ser es merecedor de respeto, sin importar cómo sea. Que lo que es necesario es reconocer y sobre todo, tolerar, las diferencias de cada ser. Esa dignidad que nos haría sentirnos orgullosos ya no de nuestros actos, sino de las consecuencia de estos.

 

La indecencia humana te encerró en una jaula. La indecencia es la que no te consideró apta para ser protegida y cuidada como única. Fue ella la que se olvidó de ti, por no ser considerable. Ella fue la que te enfermó y te marcó. Te marcó como  prescindible desde que naciste.

 

Pero no lo eras. Lo eran, sin embargo, todas esas personas que pasaron por tu vida sin poder ver en realidad, lo imprescindible que eras...

Limitaciones...

Las que nosotros mismos nos creamos. La linde que nos da la extensión en la que tendremos autoridad o derechos, pero ante todo, la imposición de esa linde en lo que uno dice o hace (aunque sea sin esa autoridad, ni esos derechos), con renuncia voluntaria, forzada o semi-forzada, a otras cosas más deseables.
 
Nos limitan los hechos. Esa realidad tangible o no, que nos va apelmazando por ser lo que es, sin más.
 
Nos limita la cobardía, más que nada. La falta de ánimo, valor y coraje, esa vista tan delicada de las cosas, que nos da tan poca claridad y sobre todo, tan poco alcance.
 
También lo hace el miedo. Esa perturbación de angustia en nuestro ánimo, por la simple toma de actitud ante un riesgo (real o imaginario, qué más da...). Ese, que desgraciadamente, se impone a la voluntad de uno, amenazando con un mal grave e insuperable, o los fantasmas de éste.
 
La intimidación, en mayor o menor grado, aunque sería un vuelta a qué o a quién infunde ese miedo. Ese algo profundo, interno y reservado que no quiere ver, ni pensar, ni construir... ni siquiera destruir.
 
Y también la intolerancia. ese conjunto de reacciones que irritan y se desencadenan ante un suministro de ignorancia o cualquier otra cosa.
 
La lista es interminable. Si creamos limitaciones, hay mil motivos para ello....está la velocidad, está el tiempo, está el pasado y hasta el futuro.... puede limitarnos hasta la economía o incluso, la salud.  Y todos los motivos serán cuestionables, pero viables.... uno tiene sus mínimos, pero también sus limitaciones.
 
Y ante ellas, sólo dos caminos posibles: aceptarlas o afrontarlas.
 
 En cualquiera de los casos, hoy, no te toca a tí ganar ni a mí. Pero la mía, es una pérdida asumible, la he elegido, limitada o no, ha sido mi decisión.
 
.La tuya, cae como un saco pesado, con gente que la escucha, que se debate y que te siente....pero ni por un sólo momento puedo soportar que esto caiga en el saco de mis limitaciones.
 
Igual tengo suerte y eres el impulso que me hace falta. Igual vuelvo a limitar la suerte y te llevo en mi corazón, por siempre, sin ser ese tu sitio.
 
Ese no es tu sitio...No lo es.

SIN RESISTENCIA...

 

Músicas antiguas, sentimiento de no ser nadie y no cuidar a mi gente... cada vez más claro.
 
Un porrón de cosas que se caen encima y que se desmoronan. Como meterse debajo de algo destruido y los cascojos que rozan la piel.
 
No reconocer mi sitio y no tener sitio. Sin cueva en la que ocultarse. Con los ojos dispersos, que no miran, sólo ven. Los cachorros que ya no me necesitan, la lobita tan dañada a la que no puedo ayudar, el lobo que más lo necesita, al que tampoco y sobre todo, tanta desubicación.
 
Sueño ese cuarto. Sueño esos 2 metros en los que nada era mío. Pero en los que me sentía, rodeada de tantas cosas con las que ni siquiera podía. Escondida en un rincón, aún veía el futuro, sin la sentecia.
 
Sentencia de soledad no sonora. Sentencia de libro cerrado.Sentencia de impotencia y de miedo. Sentencia y resistencia. Resistencia que no logro encontrar...
 
Y tengo que irme de aquí... pero YA!!!

 

Más mínimos.....

 

Porque es más de un cuarto de siglo, porque ha sido más tiempo contigo que sin tí...

 

Porque hemos llorado, reído, cantado, bailado, leído, comido, bebido, viajado, peleado.... y hasta nada, hemos hecho.

 

Porque aunque no nos veamos, ni oigamos en un tiempo... igual nos sentimos y basta un segundo para reconocernos, sin ni un único nudo que desatar.

 

Porque sé que mi vida te ha hasta indignado en algunos momentos, otras, no has podido llegar a entenderla nada y la mayoría, te ha resultado tremendamente aburrida, pero eso no te ha hecho dejar de quererme ni un poquito. Porque siempre tu mano ha estado ahí, tu corazón y toda tu fuerza para tirar de mí.

 

Porque me encanta abrazarte y que me abraces.

 

Porque la vida no me dio una hermana, pero te puso a tí ahí y me elegiste.

 

Porque eres mi constante.

 

Porque tu amor es un privilegio.

 

Por todo eso y por tí, sólo por tí... sigo yendo de mínimos.

 

Y de ahí, parriba!!!

 

Va de mínimos...

Porque te quiero porque sí y sin más. Sin motivo alguno.

Porque no te amo hasta el infinito y más allá. Y ni falta que hace.

Porque esto es lo que soy y lo que siento y te basta y me basta. Porque es un círculo sin cerrar, que no se cerrará jamás. Porque es la imperfección personificada, porque es la amistad elevada al infinito, porque es la vida misma, que se nos muestra a ratitos.

Porque te echo de menos cuando no estás, pero eso no me rasga el alma, ni me hace sangrar. Porque no tengo que lamarme mis heridas cuanto te vas, sino que me ayudas a lamerlas cuando estás.

Por todo eso, esto va de mínimos.

Y el mínimo, es creer que estoy en un banco de Central Park, haciendo un lunch.... cuando la realidad es que estoy en en la rotonda de la Encina comiendo sandwichs de Rodilla (y de los vegetales).

El mínimo es reirme de mí misma y llorarme a la vez, sin importame que estés delante, sólo porque tú sabes lo que soy y sé lo que tú eres y a veces nos gusta y a veces no, pero no hay problema en reconocerlo.

Y es también el mínimo... tener conversaciones de yonkis absurdas y que no importe que nadie entienda nada. Ni nosotros. Porque la risa nos acompaña a veces y otras, no tanto.

El mínimo es que en mitad de un desastre, cuando la piel se nos rompe, nos tiramos de los jirones y los quemamos, si es necesario... y no necesitamos palabras de consuelo, porque un abrazo es más que suficiente.

Porque el mínimo no es un conexión de piel, ni de sexo, ni de seso. El mínimo es que me gustas y te gusto, con nuestra mentiras y nuestras absurdeces. Y tanto el llanto como la risa, nos son indeferentes, simplemente, son parte de todo esto.

Y de ahí, parrriba!!!

Hay que ser un hijoputa...

Se le cayeron los anillos y no me importó, a pesar de que hacía ya días que sus dedos no me interesaban una mierda, la inercia me hizo recogerlos.

A pesar de que ya estoy cansada y harta de llevar la carga de los demás, acepté la suya. Parece que no se me da mal, recoger pedazos. Complejo de samaritana sin curar.

Yo no esperaba mucho de esto, bien es cierto. Y sobre todo, no esperaba cambios.

Pero es inaceptable, que de nuevo, una y otra vez, un ser vivo esté por debajo de todas las cosas. Esas cosas que ahora ya bien debería saber que se tambalean, que no sirven, que no son eternas, que no son importantes.

Sólo por un instante, pensé que dejaba de ser translúcida.

Errar es humano.

Y de los errores se aprende, pero yo me siento tan ridícula. Tan traicionada otra vez. Esa traición me hace sentir que el camino andado ha sido además de torpe, absurdo. Y por lo absurdo no se puede, ni siquiera llorar. O se llora, pero casi sin ganas, tan sólo por deshacer el nudo y que no se enganche a uno y le haga más daño.

Y sé que es el punto de partida, lo sé, lo reconozco, lo siento, lo huelo...este mundo que me ahoga, que me abraza y que me olvida...retomar desde la herida...

Pero el ridículo me ha hecho cobarde. Me pesa, la ridiculez.

Porque hay que ser muy hijoputa para refugiarte en cosas, gente, situaciones y así, taparlo todo. Hay que serlo para ridiculizar, humillar y destruir, sin más.

Simplemente, hay que ser muy hijoputa.

:((((

No dudaría...

No dudaría...

Si pudiera olvidar 
Todo aquello que fui
Si pudiera borrar
Todo lo que yo vi
No dudaría
No dudaría en volver a reir

Si pudiera explicar
Las vidas que quité
Si pudiera quemar
Las armas que usé
No dudaría
No dudaría en volver a reír

Prometo ver la alegría
Escarmentar de la experiencia
Pero nunca, nunca más
Usar la violencia

Si pudiera sembrar
Los campos que arrasé
Si pudiera devolver
La paz que quité
No dudaría
No dudaría en volver a reir

Si pudiera olvidar
Aquel llanto que oí
Si pudiera lograr
Apartarlo de mí
No dudaría
No dudaría en volver a reir

Prometo ver la alegría
Escarmentar de la experiencia
Pero nunca, nunca más
Usar la violencia

Antonio Flores

¿Por qué me resulta obvio que a los perros no les gusta tirar de un trineo?

No acepto el uso de los animales. De ningún animal, sea humano o no.

La definición de uso, para mí, es simplemente:" empleo continuado y habitual de una persona o cosa". (mira si somos especistas. de persona a cosa, en un pis pas).
Todos somos especistas. Yo, la primera. Pero lo que yo hago para intentar cada día serlo menos, es lo siguiente... si no me gustaría que me lo hicieran a mí, o sobre todo, no me gustaría que se lo hicieran a mis hijos, yo no se lo hago a ellos.
Para mí, es más que obvio, que un perro al que se le ata a un trineo y se le hace correr, no es feliz con ese tema. Es una obviedad, por eso mi postura está tan alejadas de aquellas que entienden eso, como un "deporte" gratificante para el perro.. Decir que está genéticamente preparado para eso, me parece como cuando a mí me dicen, que es que las vacas se crían para que nos alimenten. Pues sí, es obvio, pero eso no significa que sea ético. Ni eso significa que a las vacas o los perros sean felices con eso.
Cuando yo era pequeña, practicaba un deporte, para el que según todos los expertos del tema, tenía una conformación física más que adecuada. Si quería competir, mis horas de entrenamiento debían quintiplicarse. Creo, que mi madre, con muy buen criterio, optó por decir no!!
Suponiendo que los huskys y nórdicos en general, tengan una conformación física más que adecuada para el mushing, eso  no significa que les guste.A ellos les gusta correr, no les gusta ni que les aten ni que les hagan competir. Creo que es más que obvio que la conformación física de los galgos, les da para correr bastante, pero no creo que a los galgos, les hagan mucha gracia, las carreras de galgos.
Me gustaría recordar que desgraciadamente, todos nuestros perros están secuestrados en nuestras casas (sí, ni con nosotros ni sin nosotros, pero ése es otro debate). Supongo que todos habéis oido hablar del síndrome de Estocolmo. Y de cómo la secuestrada, a pesar de serlo y de vejaciones y demás (obvio el maltrato a los perros en estas prácticas, porque para mí, entonces ya sería abuso), incluso cuando sale del secuestro, intenta agradar a su captor.
El hecho de que un perro mueva la cola, no significa alegría.Significa ganas de agradar, en el mejor de los casos, y otras, mucho peores que no voy a comentar.
El concepto de igualdad animal es muy difícil de aceptar. En serio, lo es. Hemos sido educados en el uso de animales, pero sobre todo, hemos sido educados, en la no igualdad animal, por eso, por mucho que nos lo planteemos, nos parece bien que los perros tiren de los trineos (porque es su naturaleza) y por eso, nos parece bien, comérnoslos (nacieron para eso). Pero no se nos ocurriría pensar como aceptable que miembros de nuestra especie tiraran de trineos para divertimento de otros (aunque estuvieran conformados físicamente para ello) y bueno, ni se nos ocurriría comernos a nuestros perros. Estamos educados en ello.
Yo también quiero tirar una lanza en pro de la igualdad animal, ni más ni menos.
Sólo tocar de paso, el tema de perros de asistencia,ciegos, detección de explosivos, etc, etc...remitiéndome a mi argumento anterior. Poner a un miembro de nuestra especie a hacer eso, por muy conformado que estuviera genéticamente y por muy felices que fueran "el resto de su tiempo", simplemente, nos parecería aberrante!!!
Y hace algún tiempo, yo no veía las cosas tan claras, pero ahora mismo, gracias a los animales que conviven conmigo (secuestradillos todos), lo veo clarísimo.
Aprovecho para dar las gracias a mi perrita Lula, por aguantarme tanto, por presentarse a una prueba de competición conmigo (perdón, como dice una amiga mía, supongo que pensarías que por qué narices no me saqué la carrera de derecho) y sobre todo, por darme una lecciones tan grandes de humildad.
 

You are so cool!!!

Hipocresía: fingimiento de cualidades o de sentimientos opuestos a los que verdaderamente se tienen o experimentan.

Falsedad: falta de verdad o autenticidad.

Y ése es el quid, ni más ni menos, moreno mío. Por eso, hay gente como tú y yo, a la que nos encanta que nos llamen hipócritas y no entendemos que nos tachen de falsos. Todos somos hipócritas y por qué no? Todos tenemos que fingir, con nuestros jefes, nuestros amantes, nuestros amigos... no existirían si no, las relaciones. Estas siempre están basadas en un tipo de fingimiento, un tipo de sueño en el que decidimos meternos, a veces, por necesidad y otras, porque no podríamos con el peso de nosotros mismos o con más probabilidad, no nos soportarían. Nos relegaríamos a vivir en una soledad, no buscada, ni siquiera sonora. O con suerte, a esa gracia de tener algún adorador, que nos estime pese a todo. Algo sólo decidido para los grandes.

Nacimos actores. Somos actores. Morimos actores. Y este teatro, o quizás cualquier otro, es el que nos tocó vivir. A ello, nos vamos amoldando. Con más o menos gracia, con chispa o si ella, pero nos vamos acoplando.

Hay gente que no es consciente de su teatro, no es consciente de sus máscaras o quizás, le resultan atractivas (y lo son, a veces). Interviene el egoísmo, la supervivencia o simplemente, el aburrimiento. Se pierden en sus propias historias repetidas una mil y veces. La rutina, engaña...nos inmoviliza, nos hace ver cualquier cambio como rastro de incoherencia.

Pero a nosotros, nos queda nuestro rinconcito. Aquel en el que nos miramos al espejo y contamos de 10 a 0, mirándonos a los ojos. Aquel en el que soportamos nuestra mirada, porque aún seguimos viendo la autenticidad, estática a veces, tan móvil otras. Pero algún rasgo de verdad.

Y tras ese rasgo tan pequeñito, nos queda reirnos, de nuestra hipocresía. Y qué risas!!!! Risas de lágrimas VIVAS!!!

Someone like you... so cool!!!

 

 

Abro de nuevo...

De todas las cosas que creo haber superado, una de ellas sin duda, es la complacencia a los demás. Ya no me es necesaria la aprobación, ni siquiera me es necesaria la apreciación. Si no existo, no existo. Si soy frágil o fuerte, si me elevo o desciendo... ¿a quién le importa? Desde el mismo momento en que ha pasado a ser cotidiano para mí, el hecho de ser humana y por lo tanto, de equivocarme, ya no necesito el respeto antes mis equivocaciones. Ni el respeto, ni la existencia... me es inverosímil!!!

Esto es un hecho. Sólo hay que aceptarlo. Aceptado está. Pues...

Creo que es cómodo, estar detrás de algo duro. Pero al fin y al cabo es mi comodidad...

Aquí vuelvo, mientras tenga algo que contarme a mí misma.

CERRAMOS...

Un fin de semana cualquiera. Uno que empecé sin ganas y que he terminado sin ganas, pero al menos, contenta de admitirlo.
He conocido a Ramona (alias la "Moni"), una mujer que tomó la decisión de ser vegetariana hace 40 años, en un pequeño pueblo de Jaén. Una mujer, que por tomar esa decisión, que apenas si ha repercutido en el mundo, soportó que su familia, segara hierba para ella a la hora de comer. Que dejó de ser Moni, para ser una "cabra". Que un día se hartó y con el desprecio, se hizo un atillo y decidió esconderse, durante años. Y que otro buen día, volvió a hacer el atillo del desprecio, se lo puso a la espalda y desde entonces, no ha dejado de reirse de sí misma y de los demás. Ha sabido dejar de lado, cualquier indicio de triunfalismo que se le pasara por la cabeza y se ha aceptado perdedora.
Lo que he aprendido, es que mi paso siguiente es jugar al escondite, hasta que sea capaz de admitir mi derrota y pueda reirme de mí misma. 
Por eso, hoy, tengo que cerrar esta estación, que ha sido de paso, porque ya no tengo ninguna necesidad de enseñarle al mundo lo que soy (aunque el mundo no sepa ni que existo). Por eso hoy, plego mis alas y entierro mi cuerpo. Si queda algo que necesite vivir, esperará al momento adecuado para brotar. Y si se dan buenas condiciones, de tierra, sol y aire, ya no dependerá de mí.
Cierro este blog y vuelvo a mí misma, hasta que ser yo misma, me importe un comino.

"Sírvete entre tanto, lo que te apetezca"......

TRAS LA DECADENCIA, LA DESESPERACIÓN.

Desesperación. Pérdida de toda esperanza. Pensar que no es posible seguir adelante, que el camino es demasiado angosto para nuestra alma y nuestro cuerpo, que es muy difícil para nuestra voluntad, que no hay nada qué hacer, que no hay remedio.La mayoría de las veces, la desesperación no es una decisión que hayamos tomado o podamos tomar voluntariamente. Pero nos es obvio que sí debieron existir decisiones (o falta de ellas) y actos llevados a cabo por esas decisiones, en nuestro pasado, que ahora nos debilitan y nos hacen casi imposible enfrentar una crisis de desesperanza.  Quizás estemos demasiado apegados a seres, o incluso a cosas, de tal manera que nuestro propio yo, va siendo desplazado de su lugar, que debería ser siempre el centro de toda nuestra vida.  El no poder encontrarnos, es lo que nos hacer vernos en situaciones que en esos momentos, sabemos son imposibles de superar.   Quien está desesperado, puede tomar dos caminos: puede echarse la culpa de todo su mal o  puede optar por culpar a otro. Pero en ninguno de los dos casos, consigue ver la forma de resolver la culpa, no cree merecer el perdón, dado que es incapaz de perdonarse a sí mismo o simplemente, no cree poder vivir con esa culpa.

Tan sólo, el seguir viviendo, nos da la posibilidad de quizás algún día perdonarnos, o quizás entregarnos la solución a nuestra pena o, el peor de los remedios, echemos nuestra culpa a nuestras espaldas y simplemente, sigamos caminando.

EN DECADENCIA...

Desde el poco timbre que me queda, sé que mi irresponsabilidad no tendrá fin, por la sencilla razón de su inconscencia. Ya dudo entre seguir o no. Dudo entre dar un paso al frente o sumergirme de lleno en la banalidad, esa banalidad que sin duda, es confortable. Tan confortable como lo es la crueldad si no es conocida, tanto como el dolor si no se empetiza con él. Tanto, que se echa de menos. Se echa de menos en momentos en los que como hoy, entro en decadencia. En esa decadencia que me da la dejadez, en ésa, que me lleva al "dolce fare niente", en ésa, que me aúpa entre nubes de algodón y me mece, hasta el punto de olvidarme que ese algodón no es de azúcar, sino de agonía, profunda y lamentable. Seguramente no podré, demasiada debilidad. Demasiada agonía, demasiado lamento. Demasiado hacer, para tan poco ser.

10 DE DICIEMBRE: DÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES..

10 DE DICIEMBRE: DÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES..

Allí estuvimos, por ellos, que no tienen voz, nos mantuvimos en silencio, de luto por todas las muertes, abandonos, maltratos... pero con una llama encendida por la esperanza.

 

DEJADLO YA, MEZQUINOS!!!

Dejadlo ya, mezquinos. Dejad de proyectar vuestro miserias sobre los animales que para su infortunio os acompañan y que por supuesto, no os han elegido. Seguid siendo pequeños en vuestras miras, dejando de lado a esas almas que lo único que buscan es subsistir, seguir en esta Tierra, tan suya como vuestra. Aceptad que son bien pobres de contenido vuestras afirmaciones acerca de "mejorar la raza", como siempre, a costa de los intereses de ellos y sí, en pro de los vuestros. ¿Qué es de lo que estáis faltos? ¿Qué es lo necesario? Estais faltos de la empatía necesaria como para entender, que no tenéis derecho a jugar, creyendo que manipulais genes y manipulando en realidad, vidas y más vidas, que no son vuestras. Es necesario que sepáis que realmente sois unos infelices y vuestros gestos que creéis majestuosos, no son más que desbordación de egoismo tratado de ocultar tras un halo de divinidad falso.

BASTA YA, MEZQUINOS!!!!  

Mezquino,a : Pobre, necesitado, falto de lo necesario. Miserable, escaso, avaro. Pequeño, diminuto. Desgraciado, desdichado, infeliz.

Pensaments

Sota una pluja de marbre, llàgrimes de maragda, contempla mig d’amagat el jardí que tant havia somniat. Vora l’arbust entre maduixes fresques i vermelles, s’alça el vell tronc d’un roure mil·lenari. Allà baix, comença a perfilar-se una senefa daurada que amb la seva brillantor il·lumina tot el que es troba al paradís. L’aigua guanya camí a la terra humida. Les casacades xiuxiuegen rumors que han escoltat a les muntanyes i ara les porten vora la mar. Ha arribat l’alba i la vida comença a esclatar. Els ocells entonen, les cabres salten, els peixos llisquen, els homes maten. Això és la vida, o això és la mort?

L. 1998

Vull trencar amb tot, marxar molt lluny d’aquí, en un lloc on no hi hagi sentiments, i ningú pugui morir. Però la nostàlgia em menjaria, i enyoraria el seu nom. Pensaria en els ulls i el somnirure dolç. Qui escoltaria la meva por? Sols els freds estels de la màgica nit em veuran plorar. Una pluja feliç caurà dins la mar. 

L. 2000

((Pensaments d' una estimada amiga))