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Garbanzos con espinacas y tofu rosso

Garbanzos con espinacas y tofu rosso

Ingredientes:

  • 300g de garbanzos secos
  • 200g de espinacas cocidas
  • 250g de tofu rosso
  • 2 cebollas medianas
  • 3 dientes de ajo
  • 2 hojas de laurel
  • 1 ½ cucharadita de pimentón dulce
  • aceite de oliva
  • sal


Preparación:

Remojar los garbanzos 12h. Cocer con una cebolla, un diente de ajo golpeado y el laurel (o bien lo hacemos con garbanzos de lata, que también queda bien). Reservar.

Picar la cebolla y el ajo restante fino y rehogar en abundante aceite. Añadir el pimentón, el tofu y un cucharón del caldo de cocer los garbanzos (si son de lata, pues yo le echo un cucharón de caldo de verduras, que siempre tengo hecho).

Escurrir los garbanzos y mezclar con el sofrito y el tofu. Cocer todo junto unos 2 ó 3 minutos a fuego suave y servir.

Rissotto de guisantes y menta

Rissotto de guisantes y menta

Ingredientes:

Para la crema de guisantes y menta:

  • 300 gr de guisantes
  • 1 puerro
  • un poco de caldo de verduras
  • 50 gr de aceite
  • un puñado de hojas de menta o bien un puñadito de menta seca
  • sal y pimienta


Para el arroz:

  • 150 gr. de arroz
  • un chorrito de vino blanco
  • caldo de verduras


Preparación:

Sofreír en el aceite, el puerro cortado en trocitos muy finitos. Añadir los guisantes y las hojas de menta, salpimentar y dejar cocer unos 10 minutos. Coger la mitad de los guisantes y triturarlos en la batidora con un poco de caldo de verduras, para obtener una crema. Reservar.

A los guisantes que han quedado, se le añade el arroz y el chorrito de vino blanco y se pasa un poco. Cuando se haya evaporado el vino, se va echando caldo de verduras calentito cucharón a cucharón, como se hace para el rissotto. A los 15-16 mins. cuando veamos que faltan unos minutos para terminar la cocción, añadir la crema de guisantes y menta, remover bien, apagar el fuego y dejar reposar 5 minutos antes de servir.

SER VEGETARIANO ES NEGOCIO PARA TODOS... por Jeremy Rifkin

Cada vez más gente comienza a dejar la carne fuera de su alimentación diaria; los beneficios del vegetarianismo también son para la Tierra.

Aunque hay creciente preocupación por los cientos de millones de automóviles, ómnibus, camiones, aviones y trenes que escupen dióxido de carbono a la atmósfera, calentando el planeta y amenazando con un cambio fundamental en el clima de la Tierra, se pasa por alto una fuente aún más solapada de gases que producen calentamiento global. Quizá el lector se sorprenda al enterarse de que la carne que ponemos sobre nuestra mesa es ahora la culpable número uno del cambio climático mundial.

Según un nuevo informe elaborado por la Organización de Alimentos y Agricultura de las Naciones Unidas (FAO), el ganado genera el 18 % de las emisiones de gases de efecto invernadero. Este porcentaje no sólo abarca el transporte. Aunque el ganado —sobre todo el vacuno— produce el 9 % del dióxido de carbono derivado de la actividad relacionada con el hombre, genera una proporción mucho mayor de nocivos gases de efecto invernadero. El ganado origina el 65 % de las emisiones de óxido nitroso relacionadas con el hombre.

El óxido nitroso tiene casi 300 veces el efecto de calentamiento global del dióxido de carbono. La mayoría de las emisiones de óxido nitroso provienen del estiércol. El ganado también emite el 37 % de todo el metano inducido por el hombre —gas que tiene 23 veces más impacto que el dióxido de carbono en el calentamiento terrestre.

Actualmente, el ganado ocupa el 26 % de la superficie terrestre libre de hielo. Más de un tercio de la tierra cultivable del mundo se utiliza para producir granos forrajeros para animales en lugar de granos alimentarios para los seres humanos.

Tradicionalmente, el ganado se alimentaba en las tierras de pastoreo. Fue recién en el siglo XX cuando empezamos a convertir vastas extensiones de tierra cultivable que producían granos alimentarios en tierras de producción de forraje para que los consumidores más acaudalados pudieran comer carne de animales alimentados con él. Al haber más tierras dedicadas al cultivo de forraje, millones de los seres humanos más pobres del mundo han sido relegados a tierras más marginales o desarraigados por completo, lo que les dificulta cada vez más mantener una ingesta calórica diaria siquiera modesta.

El ganado vacuno por sí solo literalmente está devorando ecosistemas enteros. Gran parte de las selvas tropicales que aún existen en lugares como el Amazonas está siendo talada para hacer lugar a las tierras de pastoreo. Al mismo tiempo, la tierra cultivable de todo el mundo se erosiona debido a la tala excesiva, y el agua dulce que queda en el mundo se contamina con los desechos animales y los pesticidas.

En el futuro, el problema se agravará. La FAO calcula que la producción mundial de carne se habrá duplicado en 2050, con consecuencias potencialmente catastróficas para la biosfera del planeta.

La FAO también enumera correctivos que incluyen métodos de conservación del suelo más eficaces, mejoramiento de la dieta animal para reducir las emisiones de metano y elevar la eficiencia de los sistemas de irrigación.

Las soluciones de la FAO parecen casi risibles porque no abordan la cuestión central. El problema es que hay más seres humanos que se alimentan en un punto más alto de la cadena alimenticia de la Tierra, con dietas muy centradas en la carne, a expensas del bienestar del planeta. ¿Por qué entonces en el estudio sólo se alude tangencialmente a una dieta más vegetariana y no se formulan recomendaciones para reducir el consumo de carne?

Quizá la razón sea que la industria mundial de la ganadería es el sector de más rápido crecimiento de la agricultura mundial. Da empleo a 1.300 millones de personas y representa el 40 por ciento de la producción agrícola mundial.

La industria ganadera emplea el equivalente a casi cuatro litros de nafta para producir medio kilo de carne vacuna engordada a corral en los Estados Unidos. Para satisfacer los requerimientos anuales de carne vacuna de una familia tipo —aproximadamente 120 kilos— se debe consumir unos mil litros de combustibles fósiles. Cuando ese combustible se quema, libera más de 2,5 toneladas de dióxido de carbono adicional hacia la atmósfera —tanto dióxido de carbono como el que emite un auto promedio en seis meses de uso normal—.

Naturalmente, la reacción inmediata al más mínimo reclamo de reducción del consumo de carne en la dieta es que los seres humanos son carnívoros y necesitan carne para mantenerse sanos. No es cierto. Los Homo sapiens somos omnívoros. Como nuestros parientes más cercanos, los chimpancés, hemos evolucionado para basar nuestra alimentación en frutas frescas y verduras con un consumo de carne sólo ocasional. Aunque la carne es parte de la dieta, hasta el siglo XX era más un condimento que un plato principal.

¿Pero acaso no necesitamos la proteína adicional que contiene la carne para llevar una vida sana? En realidad, el estadounidense promedio ya consume mucha más proteína de la que puede absorber el cuerpo. Una dieta balanceada y basada en vegetales fácilmente puede proporcionar toda la proteína que necesita una persona para mantenerse sana.



*Jeremy Rifkin (1943, Denver,Colorado, EEUU) es licenciado en Economía por la Escuela Wharton de Finanzas y Comercio, de la Universidad de Pennsylvania y en Relaciones Internacionales por la Fletcher School of Law and Diplomacy. Es profesor de la Escuela Wharton de Finanzas y Comercio, y presidente de la Foundation on Economic Trends, con sede en Washington, una fundación que estudia las tendencias económicas.

Publicaciones: Ha escrito numerosos libros sobre el impacto de la ciencia y la tecnología en la economía, en la sociedad y el medio ambiente, entre ellos Entropía: hacia el mundo invernadero (Urano, 1990), Las Guerras del Tiempo,El Siglo de la Biotecnología y El sueño europeo. (Paidós, 2004). En 1995, su libro El fin del trabajo se constituyó en un "best seller", punto obligado de referencia y objeto de fuertes controversias, tanto en los escenarios políticos como académicos.

Es un divulgador muy prolífico, que ha escrito numerosos artículos. En ellos apuesta por replantearse el sistema económico que agota los recursos naturales. En su libro La economía del hidrógeno (Paidós, 2002) defiende la idea de un modelo económico basado en el hidrógeno como fuente de energía, aunque este aspecto también despierta duras polémicas.

FIDEUÁ CON ALGAS

FIDEUÁ CON ALGAS

Ingredientes:

1 cebolla

3 cabezas de ajo

2 tomates

1 pimiento (puse amarillo, que era el que tenía)

2 cucharadas de alga hijiki

2 cucharadas de alga arame

1 cucharada de alga nori

250 grs. de fideos para fideuá (yo usé unos con verduras ecológicos, que me gustan muuuuuuuucho)

PREPARACIÓN:

Poner en remojo todas las algas por separado.

Cuando lleven unos 20 mins. poner a cocer el alga hijiki en caldo de verduras unos 20 mins. y reservar el caldo que sobre de la cocción.

Escurrir todas las algas (reservando el de la cocción de la hijiki) y cortar en trozos más pequeños.

Hacer un sofrito con todas las verduras picaditas muy finitas (yo las hago muy finitas, en la thermo, pero porque así le gustan a mis niños, pero quedaría bien, dejar los "trocitos") y rehogar en el sofrito los fideos. Echar el caldo de verduras (incluyendo el de la cocción de la hijiki) y las algas. Dejar hacer hasta que el fideo esté tierno, agregando más caldo (caliente) si es necesario.

Rectificar de sal (yo como el caldo de verduras casero que uso lleva un poco de sal y el sabor de la hijiki es tan... marino, pues no le tuve que echar nada de sal) y servir con ali-oli (al gusto)

El alga hijiki es muy, muy potente de sabor y de sabor a mar. Me ha encantado. Pienso que se podría hacer variando las algas, pero yo la hijiki, la respetaría siempre. La arame también creo que le queda bien, porque aunque no es tan potente, es muy consistente. La nori, es todo lo contrario, pero bueno, se la eché por echarle algo más. El caldo de la hijiki es negruzco (pero con un sabor a mar, que me recordaba a las sopas de marisco de la etapa oscuro), tengo que intentar hacer un arroz negro, a ver si consigo tintarlo, con la hijiki.

 

LENTEJAS GUISADAS CON SETAS

LENTEJAS GUISADAS CON SETAS

Ingredientes:

1 cebolla picada fina

1 diente de ajo picado fino

1 puerro picado fino

1 zanahoria picada fina

Un bote de setas (usé uno de esos de cristal que venden con setas variadas)

Un buen chorro de vino tinto

200 g. de lentejas remojadas (dupuy, verdes... las rojas no, que se deshacen mucho)

Caldo de verduras

200 g. de espinacas frescas (yo usé de las que vienen en bolsa)

1 patata mediana-grande

Aceite de oliva

Sal

Preparación:

Pochar la cebolla, el ajo, la zanahoria y el puerro en aceite de oliva. Añadir las setas fileteadas y dejar hacer unos cinco minutos.

Incorporar el vino tinto y dejar que se evapore. Incorporar el caldo y las lentejas (el caldo que cubra bastante todo, es un plato de cuchara). Dejar hervir a fuego lento, tapado de unos 45 mins. a una hora (hasta que las lentejas estén hechas, depende del tipo que le echemos). A media cocción, incorporar las espinacas y la patata cortada en trozos no muy grandes (añadir más caldo si es necesario).

Rectificar de sal y servir caliente.

Me encantan las lentejas y las setas... qué más puedo pedir???

UNA PANTERITA LLAMADA KELLY...

UNA PANTERITA LLAMADA KELLY...

No pude llegar a conocerte en persona, pero sabía muchas cosas de tí. Sabía que le tenías el corazón robado a una persona increíble, de las que ya quedan pocas y eso, te hacía ser a la vez, una gatita increíble. Sabía que has pasado tu vida entre gente que te quiere, tal y como eras, una linda panterita. Sabía que la pasaste bien por aquí. Sabía que tu corazón era libre. Que tu alma era tierna, pero tu carácter fuerte. Sabía que diste amor, porque lo sentiste.

Ahora sé que dejas un hueco irremplazable. Ahora sé que te llorarán. Pero también sé que aún sigues ahí, en el puente del Arco Iris, esperando, a tus compañeros de vida.

Kellyta, guapa, corre, corre...

Una noche cualquiera...

Una noche cualquiera...

Empezamos simplemente contándonos cosas. Cosas que eran las nuestras, pero no queríamos reconocerlo. Esto era nuestra vida, pero estaba tan viva, que sin quererlo, traspasó este cuerpo, la pantalla.

Se fue tan lejos o quizás tan lejos quisimos mandarlo, que ya no contamos los kilómetros. Hablamos de cosas mil, pero tan mil como tan cercanas.

Tú, hablaste de tu alma gemela y yo de alguien, que si no lo era, me la atravesaba.

 Me sentía tan débil, tan frágil, que creía que jamás me recuperaría.

Tú hablabas de tu corazón sin saberlo, a través de él.

 Y con ellos dos, nos fuimos a un lugar sin nombre, en el que sin remedio, no tuvimos más que conocernos.

Me gustó saber que no eras ángel y que no tenías dueño, me gustó saber que eras humana y me gustaron tus sueños.

Por eso seguí adelante, con todos mis miedos y decidí darle le importancia, que como sólo interesante, debía concedértelos.

Pero dejaste de ser interesante, para ser importante. Eras una vida, historia, siendo parte de la mía, pero estabas tan lejos...

A veces me cierro, digo que no es posible, que esto es como un espejo....refleja lo posible, lo imposible queda muerto.

Lo que yo sé de ti y lo que tú de mí, es tierra de nadie hasta que nos encontremos. Y lo seguirá siendo...

 Esta receta, es para mi Laieta, porque me da la ganeta.

Ingredientes para unos 8 dumplings grandecitos:

Para la masa:

140 g. de agua

200 g. de harina

Para el relleno:

110 g. de tofu (yo usé ahumado, pero porque me gusta más)

30 g. de setas (usé shiitake seca, remojada previamente, pero vale cualquiera)

1/2 cdta. de jenjibre molido

15 g. de cebollas tiernas

20 g. de maicena

1/4 de cdta sal

Pimienta blanca (un pellizco)

Para elaborar la masa:

Temple al fuego 120 g. de agua (medio vaso más o manos) y amase con ello los 200 g. de harina. Cuando esté amasado, deje reposar 10 mins. Agregue entonces los 20 g. de agua helada y amese de nuevo, hasta que la bola coja todo el agua.

Para elaborar el relleno:

Simplemente picar finos todos los ingredientes y mezclar.

El dumpling en sí:

Divida la masa en dos "bollos". Y saque de cada uno de ellos 4 bolitas. Sobre una superficie espolvoreada con harina, extienda cada bolita con ayuda de un rodillo, hasta obtener un círculo de pasta muy fino (como para una empanadilla grandota). Coloque una cantidad de relleno (siendo generoso, pero evitando que se rompa la "empanadilla"). Doble como para una empanadilla y una vez que este "pegado", apoye y saque la forma "de bolsita"(shau mei), con la parte superior hacia arriba (se ve en la foto).

Una vez formadas los "shau mei", poner al vapor unos 17 mins. (desde que empiece a salir el vapor).

A mí me gustan tan cual, simplemente, acompañados de una ensalda, pero pueden servirse con una salsita ligerita de verduras.

EARTHLINGS. Desenlace


“SIEMPRE QUE EXISTAN MATADEROS
EXISTIRÁN CAMPOS DE BATALLA”
Leon Tolstoy

La ignorancia es la primera línea de defensa del especista. Sin embargo es quebrantable por cualquiera con el tiempo y la determinación de conocer la verdad.

“No me lo digas, que me vas a fastidiar la cena”, es la respuesta usual al intento de explicarle a alguien como fue que llegó esa cena a su mesa. Incluso la gente que sabe que la granja familiar tradicional ha sido reemplazada por grandes intereses empresariales, o que la ropa viene de las vacas masacradas, o que el entretenimiento significa el entretenimiento y la muerte de millones de animales, o que algunos experimentos cuestionables tiene lugar en laboratorios, aún se refugian en la creencia vaga de que las condiciones no pueden ser demasiado malas, por que de ser así, los gobiernos y las sociedades protectoras de animales ya hubieran hecho algo al respecto.

Pero esta falta de conciencia colectiva no se basa en que sea imposible conocer lo que esta sucediendo, sino más bien en que deseamos continuar siendo ignorantes ante una realidad que nos podría producir culpabilidad. Al fin y al cabo las victimas de lo que está sucediendo en esos lugares terribles no son miembros de nuestro propio grupo.

Pero se trata de dolor y sufrimiento, no de inteligencia, fuerza, clase social o derechos civiles. El dolor y el sufrimiento son esencialmente negativos y deben de evitarse o minimizarse sin considerar la raza, género o especie del que sufre.

 Todos somos animales de este planeta. Todos somos criaturas. Los animales no humanos experimentan sensaciones de la misma manera que nosotros. Ellos también son fuertes, inteligentes, ingeniosos, móviles y evolucionados. Ellos también son capaces de crecimiento y adaptación. Así como nosotros, primordialmente, son terrícolas. Como nosotros, están sobreviviendo. Como nosotros, buscan la comodidad y no la incomodidad. Y, como nosotros, ellos expresan diferentes grados de emoción.

En resumidas cuentas, están vivos como nosotros. La mayoría de ellos siendo incluso vertebrados, justamente como nosotros.

 Es irónico que, aún aceptando cuan indispensables son los animales para la supervivencia humana, con nuestra dependencia absoluta de ellos para compañía, alimento, vestimenta, deportes y entretenimiento, así como experimentación médica y científica, demostremos tal falta de respeto por aquellos que nos proveen.

Sin duda a esto debe referirse el dicho de “Morder la mano que nos da de comer”. De hecho, la hemos pisoteado y escupido. Ahora nos enfrentamos con las consecuencias inevitables.

Debido al consumo excesivo de animales los informes de salud indican un incremento en cáncer, enfermedades del corazón, osteoporosis, derrames, piedras en los riñones, anemia, diabetes y otras más.

Incluso la materia prima de nuestro alimento se ha visto afectada por el abuso de antibióticos para aumentar el peso de los animales, que de otra forma no podrían subsistir en las condiciones estresantes y atestadas de las granjas industriales. Igualmente el abuso de pesticidas e insecticidas, o de hormonas artificiales diseñadas para aumentar la producción de leche, la fecundidad y el periodo de gestación.

Entre colorantes artificiales, herbicidas, larvicidas, abonos artificiales, tranquilizadores, estimulantes de crecimiento y apetito, no es ninguna sorpresa que las enfermedades como las vacas locas, fiebre aftosa, pfisteria, y un grupo de otras anormalidades relacionadas con los animales, se hayan desatado sobre la especie humana.

La naturaleza no es responsable de estos hechos, somos nosotros. Un cambio es inevitable. O lo hacemos por propia voluntad o la naturaleza nos obligará.


Ha llegado el momento para que, individualmente y como grupo, reconsideremos nuestros hábitos alimenticios, nuestras tradiciones, modas y estilos, y sobre todo nuestro pensamiento.

Si hay algo de verdad en el dicho: “Con la moneda que pagues, te pagarán” ¿Qué es lo que consiguen ellos a cambio de su dolor? ¿Acaso tan siquiera lo hemos pensado?

Si con la moneda que pagamos nos pagarán ¿Qué precio pagaremos por su dolor?

Ellos son habitantes de la Tierra, tienen el mismo derecho de estar que los seres humanos.

Quizás la respuesta se encuentre en otro antiguo dicho, que es igualmente cierto: "Aquello que siembras, recoges”

Entonces, por supuesto que los animales sienten, y por lo tanto sienten dolor. ¿Acaso la naturaleza los habría dotado con tantas posibilidades de sentir, para que no sintieran? Será que tiene nervios para ser insensibles

La razón exige una respuesta mejor. Pero hay algo que es absolutamente cierto. Los animales utilizados para alimento, vestimenta, entretenimiento y experimentos científicos, todos ellos sujetos a la opresión, mueren con dolor, todos y cada uno de ellos.


No es suficiente con que los animales vivan huyendo permanentemente del progreso y de la expansión humana. Ya para muchas especies sencillamente no queda donde ir. Pareciera que el destino de muchos animales es ser despreciados por el hombre, mientras que otros son codiciados.

Parecemos amos de la Tierra, esgrimiendo tanto el poder del terror como el de la misericordia. Pero los humanos deberían de amar a los animales así como los sabios aman a los inocentes, y los fuertes aman a los vulnerables.

Cuando nos incomodamos ante el sufrimiento de los animales ese sentimiento habla bien de nosotros, aunque lo ignoremos. Y aquellos que desprecian el amor hacia nuestras criaturas compañeras como un mero sentimentalismo pasan por alto un valor bueno e importante de la humanidad.

No somos peores humanos al mostrarnos benevolentes con un animal. Ciertamente esta a nuestro alcance la posibilidad de darles una vida larga y feliz.


El Rey Lear le preguntó a Gloster:
“¿Cómo ves el mundo?”

Y Gloster, que era ciego, le respondió:
“Lo veo con el sentimiento.
Lo veo con el sentimiento”

Existen tres fuerzas primarias de vida en el planeta: La naturaleza, los animales, y la humanidad.

HAZ(ed)  LA  CONEXIÓN

MI PRIMERA TORTILLA DE PATATA VEGANA, CASI SIN PATATA.

MI PRIMERA TORTILLA DE PATATA VEGANA, CASI SIN PATATA.

Pues estaba yo toda dispuesta a hacer mi primera tortilla de patatas vegana, cuando ví que me quedaban sólo tres patatillas de las chiquitas, casi minis. Así que revisé la nevera, cogí unos champis al ajillo que quedaban, un poco de col, calabacín y zanahoria cortaditos, un poco de tofu y bueno... el resultado fue éste. No está mal para ser la primera y casi SIN PATATA.

ESPAGUETIS A LA ORIENTAL

ESPAGUETIS A LA ORIENTAL

INGREDIENTES.

250 g. de espaguetis integrales

1 zanahoria cortada en juliana

1 manojo de brécol cortado en flores

1/2 paquete de germinados de soja

1/2 taza de maíz

Un puñado de guisantes

2 cucharadas de semillas de sésamo tostadas

Sal marina

ALIÑO:

1/4 de taza de agua

3 cucharadas de salsa de soja

1 cucharada de aceite de oliva

2 cucharadas de jugo de manzana concentrado

PREPARACIÓN:

-Cocer los espaguetis con abudante agua y una pizca de sal marina. Lavar con agua fría y escurrir.

-Hervir las zanahorias, el brócoli, el maiz y los guisantes "al dente". (yo los hice al vapor unos 10 mins.)

-Preparar el aliño.

-Mezclar la pasta, junto a las verduras, los germinados, el sésamo y el aliño justo antes de servir y LISTO!!!

 

MI PRIMER BIZCOCHO VEGANO

MI PRIMER BIZCOCHO VEGANO

Ingredientes:

-500 gr. de Harina Yolanda

-250 gr. de azúcar

-1/2 litro de leche de soja

-1 tacita tamaño café de aceite

-raspadura de un limón

-un yogurt de soja (puede ser con frutas)

-un sobre de levadura

- 1 bote de frutas varias en almíbar

- Mezclarlo todo (excepto las frutas en almíbar) hasta que quede una masa homogénea. En la tmx a vel. 4, de 30 seg a 1 min.

Al final, mezclar las frutas. Precalentar el horno a 180º y cuando esté caliente, hornear la masa unos 45 mins.

En la foto, lo he cortado y he puesto sirope  de choco por encima.

 

El susurro de la voz interior. Aumentando su volumen.-M. Bradford

En una sociedad dominada por el estrés, el volumen de lo exterior es mucho más potente que el susurro interior. Del mismo modo, se valora a los individuos por la cantidad en lugar de por la calidad; es decir, por lo que pueden hacer en un día, en lugar de por cómo se sienten. Desde la infancia nos vemos bombardeados con estos principios y sin plantearnos su veracidad acabamos funcionando como una máquina de producción, sin la libertad que ofrece cada nuevo día. Esta forma de vivir nos hace creer que no tenemos tiempo para hacerlo todo, que los días son cortos... Y las semanas, los meses y los años nos pasan sin darnos cuenta.

Es el síndrome de "hacer", por el cual estamos tan ocupados con nuestro "exterior" que nos olvidamos de que existe un "interior". Es realmente revelador hacer una lista de todas las actividades diarias que "hacemos": desayunar, lavarnos los dientes, conducir, ir a la oficina, comprar...Se trata de actividades rutinarias que nos ocupan el día entero y que nos impiden vivirlo con intensidad.

Asimismo, podemos hacer otra lista con los momentos del día en que "somos"; puede que escuchando una música reconfortante, acariciando a nuestra mascota, oliendo el perfume de una flor, mirando a un amigo a los ojos...Estos momentos de calidad no desaparecen tan rápidamente como los anteriores:nos reconfortan tanto que parece que ¡duran más!.

Cuando hacemos este ejercicio, nos damos cuenta de que son pocos los momentos que dedicamos al día a conectarnos con nuestro corazón, y que debemos incrementarlos, ya que es entonces cuando percibimos el susurro de nuestra voz interior. Al principio, puede que sea tímida o esté cansada por no haber sido escuchada y valorada desde hace mucho tiempo... Sin embargo, siempre ha estado con nosotros, esperando pacientemente a que un día nos acordáramos de ella. Si deseamos hacer más énfasis en esta conexión, debemos equilibrar la balanza del "hacer" con la del "ser"; complementar los momentos de actividad con los de  calidad para llegar a sentirnos más equilibrados.

Y, con respecto a la alimentación, mientras todavía consumamos alimentos con efectos extremos Yin (azúcar, chocolate, estimulantes, helados, alcohol, exceso de frutas tropicales y de líquidos, los cuales producen dispersión y desconexión) o de efectos extremos Yang (grasas saturadas, carnes, embutidos, huevos, quesos, sal cruda, horneados... que producen tensión, rigidez y contracción), experimentaremos emociones y efectos extremos que anularán nuestra voz y conexión interiores. Precisamente en esta conexión es donde debemos hacer énfasis, ya que es la que nos guiará hacia nuestro centro con equilibrio, paz y armonía.

"Alquimia en la cocina"-M. Bradford.

COL RELLENA DE CHAMPIÑONES CON SALSA DE BOLETOS

COL RELLENA DE CHAMPIÑONES CON SALSA DE BOLETOS

Ingredientes; (para 4 personas):

-10 g. de boletos(u otra seta) comestibles, secos

Col rellena:

1300 g. de agua

200 g. de arroz

8 hojas de col, grandes

100 g. de cebollas cortadas en cuartos

500 g. de champis, cortados por la mitad

30 g. de aceite o margarina vegetal

1 cdta. de sal de verduras o sal marina

1 pizca de pimienta

 Salsa de boletos:

1 pastillas de caldo de verduras

100 g. de queso blando con sabor a setas (para veganizar la receta, yo puse 100 g. de una pasta que hice con paté de setas y queso vegano).

20 g. de harina

1 cucharada de leche de soja

Preparación:

-Poner los boletos o setas secas en agua.

Col rellena:

-Vierta 700 g. de agua en el vaso, introduzca el cestillo, ponga el arroz dentro y programe 10 mins. temp. varoma, vel. 1

-Coloque ls hojas de col en el recipiente Varoma y cuando acabe el tiempo del arroz, poonga el Varoma en su posición y 10 mins. Varoma. vel 1. (dejando el arroz cocinándose de nuevo).

-Ponga las hojas de col bajo el grifo de agua fría dentro del recipiente Varoma durante unos instantes. Retire el cestillo con el arroz. Limpie el vaso.

-Introduzca las cebollas y troceelas 5 seg. vel 5

-Añada los champis y trocéelos 3 seg. vel 4.

-Añadir el aceite y 3 mins.100º, vel 1.

-Añada el arroz, salpimente y mezcle 10 seg. giro izda. vel 4. Reparta la pasta obtenida por las hojas de col. Enrolle las hojas en forma de paquete y colóquelas con los extremos sobrepuestos hacia abajo dentro del recipiente Varoma y la bandeja (se pueden atar con cebollino pero no es necesario).

-Vierta 600 g. de agua en el vaso, ponga el Varoma en su posición y cocine al vapor 40 mins. varoma. vel1. Cuando termine, retire el recipiente y deje el jugo de cocción en el vaso.

Salsa de boletos:

-Añadir agua al jugo de cocción hasta completar medio litro.Escurrir los boletos y echarlos en el vaso. Unir la pastilla de caldo, el queso blando (o la opción vegana), la harina y la leche. Cocinar 8 mins. 100 º vel 2. Al final, triturar todo 10 seg. vel 7

Servir las coles con la salsa acompañada. Para chuparse los dedos, sin duda!!!

ROLLO DE TOFU Y SEITÁN

Ingredientes:

1 trozo de pan seco de unos 40 g.

Leche vegetal para remojar el pan

20-25 g. de perejil

200 g. de tofu troceado

200 g. de seitán troceado

el sustituto de un huevo

1 pizca de sal

1 pellizco de pimienta

1 cdta de sal de verduras

Maíz, guisantes, cebollita cortado, pimiento cortado, champis... al gusto.

Preparación:

-Poner el pan en remojo con la leche, que se absorba bien.

-Trocear el perejil (en la tmx 3 seg. vel.7)

-Trocear el tofu y el seitán (en la tmx, en dos tandas 10 seg. vel.7)

-Unir las dos "carnes" troceadas, con el sustituto del huevo, la sal, la pimienta, la sal de verduras y el pan escurrido (en la tmx 1 min. vel.3)

- Añadir a esta "masa" maíz, guisantes, pimiento, zanahoria cortadita, champis... todo lo que nos guste.  Y las especias que nos gusten. Mezclarlo todo.

-Formar un rollo con esta masa, en plástico de cocina engrasada con aceite de oliva. Enrollándolo bien y cerrando por los extremos del papel. Enrollar esto mismo en papel de aluminio. (Con estas cantidades da para dos rollos)

-Cocinar al vapor unos 50 mins. En la tmx. se pone un litro de agua (con una hojita de laurel), 50 mins. temp. Varoma. vel 1.

Se deja enfriar, se lonchea y se sirve con la salsa que más os guste y un poquito de arroz. Está muy rico con mayonesa. Yo lo utilizo mucho en sandwich con mayonesa untada, tomatito en rodajitas, y la carnita. Muuuuuuuuuy rico.

TOFU ADOBADO

Ingredientes:

-1 bloque de tofu cortado en lonchas

-para el adobo: pimentón, ajo picado, orégano, sal marina o sal de verduras, aceite y hierbas aromáticadas picadas.

-sustituto de huevo ( el que se use)

-pan rallado

- semillas de girasol, sésamo, amapola, avena...(lo que guste)

Preparación:

-Se mete el tofu cortado en lonchas en el adobo, dejándolo 1 ó 2 días (o más) para que coja sabor.

- Se saca el tofu y se reboza primero en el sustituto del huevo y luego, en pan rallado mezclado con el ingrediente que elijamos: semillas de amapola, semillas de sésamo, copos de avena, pipas de girasol... al gusto. Se fríe y listo.

 Otra variante, sería meter el tofu cortado en cubitos en un bote, con todos los ingredientes del adobo y cubierto totalmente de aceite. Pasados unos días, los cubitos los podemos usar para ensaladas, como aperitivo, rebozados igualmente y todo lo que se nos ocurra.

El tofu así, es otra cosa. Os lo digo yo!!!

PATÉ DE SETAS CON NUECES

Ingredientes:

300 gr. de setas

100 gr. de nueces peladas

1 cebolla

1 diente de ajo grande

aceite de oliva

sal

Preparación.

-Limpiar las setas y trocearlas pequeñitas

-Trocear la cebolla y el ajo y saltearlo en un sartén con un poco de aceite y sal.

-Añadir las setas y cocinarlas unos 10-15 mins.

- Batirlo junto a las nueces y guardar en la nevera

TRAS LA DECADENCIA, LA DESESPERACIÓN.

Desesperación. Pérdida de toda esperanza. Pensar que no es posible seguir adelante, que el camino es demasiado angosto para nuestra alma y nuestro cuerpo, que es muy difícil para nuestra voluntad, que no hay nada qué hacer, que no hay remedio.La mayoría de las veces, la desesperación no es una decisión que hayamos tomado o podamos tomar voluntariamente. Pero nos es obvio que sí debieron existir decisiones (o falta de ellas) y actos llevados a cabo por esas decisiones, en nuestro pasado, que ahora nos debilitan y nos hacen casi imposible enfrentar una crisis de desesperanza.  Quizás estemos demasiado apegados a seres, o incluso a cosas, de tal manera que nuestro propio yo, va siendo desplazado de su lugar, que debería ser siempre el centro de toda nuestra vida.  El no poder encontrarnos, es lo que nos hacer vernos en situaciones que en esos momentos, sabemos son imposibles de superar.   Quien está desesperado, puede tomar dos caminos: puede echarse la culpa de todo su mal o  puede optar por culpar a otro. Pero en ninguno de los dos casos, consigue ver la forma de resolver la culpa, no cree merecer el perdón, dado que es incapaz de perdonarse a sí mismo o simplemente, no cree poder vivir con esa culpa.

Tan sólo, el seguir viviendo, nos da la posibilidad de quizás algún día perdonarnos, o quizás entregarnos la solución a nuestra pena o, el peor de los remedios, echemos nuestra culpa a nuestras espaldas y simplemente, sigamos caminando.

EN DECADENCIA...

Desde el poco timbre que me queda, sé que mi irresponsabilidad no tendrá fin, por la sencilla razón de su inconscencia. Ya dudo entre seguir o no. Dudo entre dar un paso al frente o sumergirme de lleno en la banalidad, esa banalidad que sin duda, es confortable. Tan confortable como lo es la crueldad si no es conocida, tanto como el dolor si no se empetiza con él. Tanto, que se echa de menos. Se echa de menos en momentos en los que como hoy, entro en decadencia. En esa decadencia que me da la dejadez, en ésa, que me lleva al "dolce fare niente", en ésa, que me aúpa entre nubes de algodón y me mece, hasta el punto de olvidarme que ese algodón no es de azúcar, sino de agonía, profunda y lamentable. Seguramente no podré, demasiada debilidad. Demasiada agonía, demasiado lamento. Demasiado hacer, para tan poco ser.

CARCEL

CARCEL

CÁRCEL

 

“Otra vez la maldita valla. A veces hasta me olvido de dónde estoy. Me pongo a andar mirando al suelo mientras pienso en cómo será la vida para quienes son libres. Me imagino en una de esas montañas que veo desde aquí, caminando con amigos y comiendo lo que nos apeteciese. No sé ni lo que me apetecería, no sé qué haría allí, pues no sé bien ni qué será eso de ser libre. No llegan mis sueños muy lejos, pues pronto se acaba el pequeño tramo recto que puedo recorrer dentro de la parcela en la que estoy recluido. De nuevo la valla.

Me desespera el vivir con tantos otros. Una reclusión aislada es terrible, pero esto, el no poder estar solo - al menos con pocos otros, no cientos – es algo insoportable. A todos los reclusos nos afecta el vivir en un grupo tan grande. Las explosiones de violencia son habituales y muchos acabamos con graves lesiones debido a los ataques.

Me muero de curiosidad por saber qué hay tras la valla. Poder explorar eso que parece tan grande… En cierto modo me da miedo, pero es hasta gracioso que mi sentir sea ése, pues el miedo más intenso es el que se vive aquí. No sabemos qué es lo que ocurre después, mañana. Si sigo aquí, vivo un infierno. Si me vienen a buscar, como hacen constantemente con otros, me temo que mi suerte no será muy dorada. Nadie de aquí sabe adónde se llevan a los que recogen, no los volvemos a ver. Pero todos nos imaginamos lo mismo. Hemos visto a veces a quienes nos mantienen cautivos entrar mientras comían partes de cuerpos de nuestros compañeros. Es horrible. ¡Qué miedo!

Irse a dormir es un tormento. Cierras los ojos y todo es tormento. Todo lo que conozco es dentro de estos muros: miedo, masificación, violencia… Y no sólo entre los que aquí estamos, también quienes nos retienen nos golpean en ocasiones. Quienes han tratado de escapar han sido zarandeados y empujados.

Únicamente la amistad con alguno de mis compañeros me alegra un poco. Y a la vez me atormenta pensar que acabarán siendo llevados a… Bueno, y sólo el hecho de ver cómo sufren aquí… me desespera.”

 

Si has leído hasta aquí pensando que el narrador es humano, creerás que se trata de una historia de ficción. Si has pensado que se trataba de un cerdo, por ejemplo, verás que lo único ficticio es que éste pudiese componer oraciones y escribirlas para expresar lo que siente. Pero el no poder escribir o construir oraciones no hace que los animales en las granjas, aunque sean “tradicionales” o “ecológicas”, como en el caso descrito en el texto, padezcan menos. Las malas experiencias sufridas por este animal se darían de un modo muy similar al caso del humano: también a él le inquietará el pensar qué hay más allá y le aburrirá estar siempre en la misma parcela. También a él le afecta estar obligado a vivir en un grupo tan numeroso, y no sólo psicológicamente. El ver su libertad limitada le causa frustración. Vive los momentos en los que se llevan a otros como él, lo cual le aterroriza y entristece, especialmente si tiene relación con alguno de los retenidos. Y en muchos casos (y, de hecho, más en granjas tradicionales o familiares) ha visto u oído cómo matan a su familia o a otros como él. Esto le resulta traumatizante. También él tiene lazos amistosos y se preocupa por sus compañeros. El contacto con los granjeros le causa temor y, en ocasiones, es golpeado o empujado y obligado a moverse a un lugar u otro, algo inevitable en una granja.

Si crees que éstas no son razones suficientes para no comer animales, lee de nuevo el texto y piénsalo en primera persona. Imagina que tras ello te vienen a recoger. Sí, esta vez es tu turno… Y afirma entonces que la ganadería ecológica es la solución a la explotación animal.

Andrés Cameselle 31-12-03